Asume tu enfermedad. Si lo necesitas busca apoyo psicológico. Evita el stress. Practica algun deporte. Selecciona bien a tu Dermatólogo. Sigue tu tratamiento bajo prescripción médica. No interrumpas el tratamiento. Se constante. Sigue una alimentación sana. Consume antioxidantes. Si optas por la fototerápia, consulta con un dermatólogo especializado. "No todos los tratamientos surten el mismo efecto en todos los pacientes". 25 DE JUNIO "DÍA INTERNACIONAL DEL VITÍLIGO"
I CONGRESO MUNDIAL DE VITÍLIGO - MILÁN
martes, 29 de diciembre de 2009
NUEVAS JORNADAS ASPAVIT
EL 20 DE FEBRERO REALIZAREMOS NUESTRAS "XI JORNADAS ASPAVIT" EN MÁLAGA.
¡¡¡OS IREMOS INFORMANDO!!!.
¡¡¡FELIZ 2010!!!
ASPAVIT
Enfermedades Autoinmunes (Primera Parte)
"Enfermedades Autoinmunes"
Son algo más de 80 en total las enfermedades autoinmunes descritas hasta el momento. Cada una de ellas, por separado, es poco frecuente. Aunque, en conjunto, se estima que las padece entre un 5 y un 8% de la población mundial. Además, tienden a afectar más al sexo femenino: 3 de cada 4 personas diagnosticadas son mujeres.
La mayor dificultad para detectar las enfermedades autoinmunes es que en muchos casos se manifiestan lentamente, de forma intermitente y que sus síntomas (cansancio, fiebre, pérdida de peso, de apetito...) pueden ser comunes a otras enfermedades.
El propio cuerpo, el peor enemigo
El sistema inmunológico está preparado para defendernos contra gérmenes y otros agentes dañinos, ya sean externos o internos. Cuando funciona normalmente sólo ataca lo que considera ajeno al propio cuerpo. Pero a veces se producen errores y las defensas actúan contra partes sanas, que pueden empezar a funcionar mal o acabar siendo destruidas. Según el lugar donde se produzcan los daños se distingue dos grupos de enfermedades autoinmunes:
• Localizadas, que afectan sobre todo a un órgano o tejido. Por ejemplo: la enfermedad de Graves o la tiroiditis de Hashimoto dañan la glándula tiroidea; la diabetes mellitus de tipo 1, el páncreas; la hepatitis autoinmune o la cirrosis biliar primaria, el hígado; la enfermedad de Adison, la glándula adrenal; la esclerosis múltiple, el sistema nervioso central… Esto no quiere decir que en las enfermedades localizadas el sistema inmunológico no pueda seguir atacando otros tejidos u órganos.
• Sistémicas, que se reparten por más de un órgano o tejido. Por ejemplo: la artritis reumatoide afecta sobre todo a las articulaciones, pero también a la piel, las glándulas salivares y lagrimales, a los pulmones, etc. Una aclaración: ni el síndrome de la fatiga crónica ni la fibromialgia son consideradas enfermedades autoinmunes, a pesar de que tienen síntomas comunes.
Son algo más de 80 en total las enfermedades autoinmunes descritas hasta el momento. Cada una de ellas, por separado, es poco frecuente. Aunque, en conjunto, se estima que las padece entre un 5 y un 8% de la población mundial. Además, tienden a afectar más al sexo femenino: 3 de cada 4 personas diagnosticadas son mujeres.
La mayor dificultad para detectar las enfermedades autoinmunes es que en muchos casos se manifiestan lentamente, de forma intermitente y que sus síntomas (cansancio, fiebre, pérdida de peso, de apetito...) pueden ser comunes a otras enfermedades.
El propio cuerpo, el peor enemigo
El sistema inmunológico está preparado para defendernos contra gérmenes y otros agentes dañinos, ya sean externos o internos. Cuando funciona normalmente sólo ataca lo que considera ajeno al propio cuerpo. Pero a veces se producen errores y las defensas actúan contra partes sanas, que pueden empezar a funcionar mal o acabar siendo destruidas. Según el lugar donde se produzcan los daños se distingue dos grupos de enfermedades autoinmunes:
• Localizadas, que afectan sobre todo a un órgano o tejido. Por ejemplo: la enfermedad de Graves o la tiroiditis de Hashimoto dañan la glándula tiroidea; la diabetes mellitus de tipo 1, el páncreas; la hepatitis autoinmune o la cirrosis biliar primaria, el hígado; la enfermedad de Adison, la glándula adrenal; la esclerosis múltiple, el sistema nervioso central… Esto no quiere decir que en las enfermedades localizadas el sistema inmunológico no pueda seguir atacando otros tejidos u órganos.
• Sistémicas, que se reparten por más de un órgano o tejido. Por ejemplo: la artritis reumatoide afecta sobre todo a las articulaciones, pero también a la piel, las glándulas salivares y lagrimales, a los pulmones, etc. Una aclaración: ni el síndrome de la fatiga crónica ni la fibromialgia son consideradas enfermedades autoinmunes, a pesar de que tienen síntomas comunes.
viernes, 25 de diciembre de 2009
domingo, 13 de diciembre de 2009
FERIDA NOS ENTREGÓ MUESTRAS DE "LADIVAL"
viernes, 11 de diciembre de 2009
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